Miss Peregrine y los niños peculiares
Burton Conection
Tan vasta es la trayectoria del prestigioso director Tim Burton, que cuando hacemos un raccondo, nos imaginamos inmediatamente a Batman o a Bettlejuice, sin embargo, también ha logrado conmover con historias de un oscuro trasfondo pero de contenidos hermosamente fantasmagóricos y terroríficos, sumando a cada momento especial en donde ha sabido llevar su mundo propio, sincronizado al tiempo actual, entregando las mejores imágenes de sus memorias eidéticas y travesuras dulces propias de un cineasta que logra marcar la diferencia.
No es menor el grado de inteligencia en la que incursiona en esta historia de Miss Peregrine, sino que también ha sabido manifestar y ambientar el mundo exterior con la idea de su propio mundo, algo así como un Crossover, satisfaciendo todo lo que está escrito en esta historia del escritor estadounidense Ransom Riggs y que pacientemente logra desatar la predilección de Hollywood por adaptar las novelas de bolsillo, para que el espectador no se esfuerce tanto en pensar, aun así, con esta historia, podemos decir que finalmente los productores acertaron con la elección del director, puesto que por adherencia va mas allá que un simple cuento de niños peculiares, sino que, asume el rol de padre y hermano en esta historia donde al parecer el arte es más que la actuación.
La historia está tratada en dos tiempos, el actual siglo XXI y las vísperas de la segunda guerra mundial, donde Miss Peregrine es una hechicera que esta al cuidado de niños con poderes especiales, con lo que evita que el mundo se sorprenda de su existencia y con un grupo de científicos que los captura para fines de estudio y porque no decirlo, canibalismo, con una criatura similar al coco o como le dicen en gringolandia “the peek a boo”.
Ahora, la historia le falta detalle, quizás por ser la primera de una trilogía de libros, pero aun así debieron poner un poco mas de esfuerzo en los diálogos, muchas veces no se logra esa conjunción habida entre dos mundos con dos épocas diferentes, al final solo parecen niños disfrazados. Su recuento en general es muy rápido, no hay un gran desarrollo de los personajes y tampoco de la historia, la culpa obviamente no es de su director, quien hizo todo lo posible por perfeccionar un pobre guion y dada su experiencia finalmente lo logra, dando el equilibrio perfecto entre la ambientación, el arte y su argumento, dejando claro que Burton es un verdadero genio del cine.
Todo juega de manera perfecta, cuando Burton dirige, la razón por la cual la historia no es nada sino por el arte, lo que a él le permite ciertas libertades traídas desde el maravilloso mundo antiguo de los efectos especiales, como hacer una pequeña pelea de muñecos usando el antiguo arte del Stop motion o que decir de la pelea entre las criaturas y el ejercito de calaveras traídas directamente desde el mundo de Harryhausen y la película Simbad y la princesa de 1958, en fin estas bellas referencias salvaron de caer en la mediocridad una historia que bien pudo haberse quedado en el olvido, sino fuera por el gran Tim Burton.
Pero esta es otra historia…