12 horas para sobrevivir: El año de la Elección

A veces lo mejor viene  en frascos mas pequeños, ahora hablando de séptimo arte, lo mejor siempre es lo mas barato, la idea existencial de crear franquicias venidas de las historietas al parecer nunca va a superar las ideas de esos pequeños grupos rebeldes, que tratan de llevar la contra de esos millones de dolares gastados en dichas franquicias.

Simplemente podemos decir que la marea de estos minoritarios grupos de productores idean planes maquiavélicos en orden y premisa de gastar menos y ganar mas, ahora si pensamos con el corazón, diríamos, “Ustedes son diabólicos”, pero si pensamos fríamente, tenemos una apuesta de bajo perfil que al final se convierte en la gran ramera de la industria cinematográfica.

Siendo una franquicia que nació hace algunos años, la temática in crescendo de la historia la convierte en algo que pueda derivar en una verdadera guerra civil, si bien en la primera era una familia, luego un país, ahora la cosa se traslada a la política, ¿Cuál es la gracia? Efectivamente darle al político, pero guardando las proporciones, pues estamos hablando de que su protagonista, la senadora Charlie Roan (Elizabeth Mitchell), quiere terminar con esta festividad (¡¡¡Buuuuu!!!), pues de acuerdo a sus argumentos esto degenera en un caos sin sentido, amen de que esto lo manifestó en vísperas de esta masacre legal.

La historia esta muy bien contada, no da pasos a vacíos ni antinomias argumentales, haciendo ver el buen trabajo de los guionistas por tener la máxima atención del espectador, sus masacres están un poco falto de esa chispa de cine independiente, es decir, mas sangre y menos juegos, avenido del morbo visual de sus predecesoras, podríamos decir que esta es la mas liviana, pero no menos buena.

Es un excelente filme que sirve para disfrutar un viernes o un sábado por la noche, sus interpretaciones no quedan menos que su argumento, así de simple, se puede decir que perfectamente logra su objetivo con creces, al salir de la sala ya la extrañas y deseas mas, como la droga (por lo que me han contado), en definitiva, estamos ante un estratagema bien planeado y que se asoma como una de las buenas franquicias futuras, no se, quizás, hacer una acá en Chile, ¿no?.

Pero esta es otra historia…