Ben Hur

No siempre estamos en la razón de algo, sobre todo cuando tal parece ser que Hollywood hace un buen tiempo viene haciendo las cosas mal, pasó a ser de un hipermercado de arte a una simple feria de cachureos. Eso sí, con altos costes en producción, como aun en su decadencia, trata de mostrar su poderío económico, que al final solo predomina en términos de marketing y ventas.

Como se llego a esto, de qué forma nos atrevemos a decir que ya no hay ideas solo conceptos repetidos amen de épocas doradas, donde la creatividad y el esfuerzo eran dominios del hombre y ahora solo con la inteligencia de los ordenadores han presumido de crear o “Mejorar” lo que para ellos antes era malo y lento.

Ben Hur es el más claro ejemplo de que no siempre es  el lugar correcto para hacer un Remake o Reboot, simplemente porque trataron de meterse con un coloso en materia de guion y producción, pensando que los nuevos tiempos, sumado a la inflexiva ignorancia de las generaciones de cineastas que solo crean productos y no historias, pensando que el dominio tecnológico de los efectos digitales predominara por sobre el arte manufacturado de tramoyas y carpinteros.

Ahora, la película en si, es una historia de este hombre redimido por su pasado, quien paso por todo los estados habidos por el ser humano, para poder llegar a ser lo que en la historia se conoció, la opera es entretenida, pero no va a superar en lo mas mínimo (A mi humilde opinión) a la versión de 1956, sobre todo cuando en esta historia se le dio un determinante rol al personaje de Ilderim el Sheik, que antiguamente fue interpretado por el actor Gales Hugh Griffith y que ahora está interpretado por Morgan Freeman, lamentablemente, se le dio mucha importancia, alargando un elástico que no debió, creando irrisorias escenas y sobretodo dándole ese look estiloso entre Bob Marley y Jesucristo Superestrella, que en nada ayuda al soporte sino mas bien molesta y a veces aburre.

Mal el reparto, Jack Huston (Ben Hur) se ve intimidado por la imponente presencia de Messala interpretado por el gran actor británico Toby Kebbell, siendo el único a quien el papel que en su versión antigua fuera interpretado por Stephen Boyd dio la talla y porte. Los demás solo parecían unos aficionados dentro de una película estoica y artística.

Al final solo intentaron rellenar un vaso lleno, que por mucho que sea una ópera, esta ni siquiera podrá llegar al nivel de los 11 premios de la academia ganadas por la “Senil” versión de 1956 y que hasta el día de hoy sigue siendo un privilegio verla, por algo se le llamo “The Movie Golden Era”.

Pero esta es otra historia…